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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, Mexico
MIS LIBROS: Olivos y Acebuches (cuento), Con un padre me basta (novela), Hablarán nuevas lenguas (poesía),Mar de cristal transparente (novela), Muy Intimos Quadernos (novela), Siete casos en busca de un psicólogo

sábado, 31 de enero de 2015

Un bicho raro

http://www.laopinion.com/apps/pbcsi.dll/storyimage/IM/20130203/NEWS04/302039894/AR/0/AR-302039894.jpg?ExactW=640&ExactH=450&imageversion=Article 


El bicho raro fui yo en una sesión de terapia de grupo con gente desconocida, uno de esos talleres a los que me gusta ir y se trataba de encontrar las causas psicológicas de nuestras dolencias físicas. Cuando me tocó hablar, abiertamente y por primera vez en un grupo, pude decir que odio vivir en San Cristóbal. Entonces las miradas, los ojos muy abiertos, las expresiones de desacuerdo, de enojo, y la pregunta esperada, ¿por qué? Había coletos (originarios de San Cristóbal) y había gente alternativa a la que le gusta vivir en esta provincia rodeada de bosques y de indígenas y no había ninguno que pareciera estar de acuerdo conmigo.
Porque todos los días me duele la pobreza extrema a mi lado, dije, atrás de mi casa viven unos niños como éstos con el mismo tipo de vivienda y las mismas condiciones de higiene, de alimentación y de calidad de vida. Su casa tiene piso de tierra y a veces los veo por los alrededores colectando hongos y yerbas para que su mamá se los guise y puedan comer. Si salgo de mi casa pues también los veo, generalmente son indígenas en la ciudad vendiendo pulseritas o artesanías que al turismo le encantan y los encuentran graciosos y folklóricos y de verdad creo que ni se fijan ni les interesa que no traen zapatos, ni suéter y que tienen infecciones en la piel.
Ahora con nuestro nuevo Gobierno de la República pues ha crecido enormemente la pobreza y ya estrenamos tragafuegos en las esquinas de San Cristóbal, limpia parabrisas por docenas, vendedores de todo y mendigos disfrazados de cojos, de ciegos, de paralíticos y de moribundos. Hay una pareja que se turna la silla de ruedas y en un barrio la paralítica es ella y en otro es él.

sábado, 24 de enero de 2015

DONACIANO


Mi abuelo se llamaba Donaciano y era un hombre guapo. Mi hermano siempre pensó que se llamaba DonAnciano hasta que el día de su muerte vio su nombre en la lápida; ya decía yo, pensó, que era imposible que un niño de primaria se hubiera llamado DonAnciano. Me gustaba pensar en él como DonAnciano hasta que conocí esta foto de su juventud. Se la pedí a mi padre como mi herencia y, al morir mi padre, fui a recogerla del cajón de sus cosas personales, ninguno de mis hermanos entendió para qué o por qué quería yo esa foto. Yo tampoco entendí, sólo me gustaba él.
Mi abuelo fue malo conmigo, me pegaba con el bastón, gruñía y era definitivamente machista, así es que como yo fui nieta y no nieto, pues a mí nunca me prometió dejarme nada. Sus grandes haberes eran una escopeta, un reloj de oro con cadena y un bote con monedas de oro que nunca nadie vio pero que él juraba que lo tenía. Delante de mí les prometió a mis primos sus tesoros para después de su muerte y quién sabe por qué azares del destino el reloj lo tiene mi hermano y la escopeta alguno de mis primos; el bote con monedas de oro, por supuesto, no existía.
Mi abuelo no lograba descifrar si la televisión era real o eran imágenes por lo que se instalaba a ver los toros los domingos y a dialogar con el comentarista: buenas noches señor a usted también, salud con nuestra cerveza Corona, sí una gran faena tiene usted razón.... y así. Los nietos nos sentábamos en el suelo a verlo a él, los toros no nos interesaban, pero le ayudábamos a gritar Ole!!! de vez en vez.
Mal abuelo, mal padre, mal esposo y, eso sí, muy macho, como hombre de su tiempo.

sábado, 17 de enero de 2015

SATANÁS

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinPITmKnPKhDqA4gsAqACvl89aBOp1MwXVc3R-fIXqKjlisaDXbFeWAnkfMkfF2ClhyphenhyphenMFqHD5nG5TXidDnZM2NajS1_FS1Oy691MxZXyOtbNFP1c1dbznsQEP_SFlxc2PIQETOTJF2Ilg/s1600/13042_1_Satanas8.jpg 

Acabo de leer este libro, desde luego, por el título. Mi curiosidad por lo sobrenatural es muy grande, me encantan los programas de los psíquicos que ayudan a resolver crímenes, de los sucesos paranormales y, desde luego, los de las personas que mueren clínicamente y son después resucitadas y narran lo que les sucede. Generalmente hablan de la luz, de la paz, de que reencuentran a seres queridos ya muertos, de que no quieren regresar y de que, al regresar, ya no temen a la muerte y su vida cambió significativamente. De todas las cosas que yo investigo en este terreno hay una que me da horror y es la reencarnación porque, digo yo, si ya la vida es bastante difícil y hay una vida espiritual plena ¿para qué tenemos que regresar como si no hubiéramos pasado por todo esto? Sin embargo, en uno de estos programas una mujer que muere ve a su abuela y ella le dice que regrese, que no es su hora todavía y que ella también va a regresar porque en vida no aprendió lo que tenía que aprender. Estamos entonces en la escuelita, eso entiendo.

sábado, 10 de enero de 2015

Sábado de Gloria

http://entretenimiento.starmedia.com/imagenes/2014/03/BipJdoCCEAAF6Zc.jpg

Sábado en la tarde, yo adicta al cine y la única película en mi Cinépolis es Gloria, entendiendo, claro está, si es que yo no quiero ver tragedias gringas apocalípticas, coches volando en llamas, armas de todo tipo, fuego, balas y la violencia en pantalla que se enganche con mi agresividad guardada y ocurran la identificación y el desahogo. Sin embargo, la película de Gloria Trevi fue una sorpresa. Una grande y agradable sorpresa elaborada magistralmente por el guión de Sabina Berman.
Otra sorpresa me esperaba ese día en el cine y fue en los cortos, antes de la película cuando nuestro brillante Gobernador el Güerito habla sobre todo el desarrollo que ha tenido y sigue teniendo Chiapas desde que él es el Gober, de las mochilas que se les regalaron a los niños y de... Imprecaciones, insultos? Basura!!!! Corrupto!!! y Mierda!!! también. Yo no podía creer lo que veía porque nunca lo había visto en un cine, cosas de estadio, de plaza de toros y de borrachos porque el de la pantalla ni te escucha y de todos modos la gente insultaba al Señor y esto sí que significa pueblo harto de tanta basura, pueblo enojado, furioso, con necesidad de gritarlo. Después vino el comercial del Presi analfabeto que tenemos y volvimos a lo mismo, sólo que esta vez yo también grité.
Pero volvamos a la película de Gloria Trevi y su interesantísimo trasfondo.