Hace ya unos años y cuando mis sobrinos Poncho y Chema vinieron de vacaciones a Sancris eran unos niños pequeños. Una vez instalados en casa Poncho me dijo: tía que dice mi mamá que yo necesito ocho abrazos diarios. Me sorprendió un poco, pero conozco su personalidad sensible y le dije que me parecía perfecto; una noche me dijo: no me puedo ir a acostar porque me faltan cuatro abrazos del día de hoy, los cuales le di con un gusto enorme, con todo el amor que le tengo. Poncho me dio una gran lección en esas vacaciones, porque con lo pequeño que era sabía qué clase de alimento emocional era necesario para vivir bien.
En el consultorio escucho con frecuencia este tipo de queja de parte de mujeres de todas las edades: "el 14 de febrero él ni siquiera se acordó y yo estuve todo el día esperando aunque sea una flor; yo le compré algo pero al final no se lo di porque no se vale que el Día del Amor le pase desapercibido". Entonces yo pregunto: ¿te da flores, abrazos, mimos, te quieros y todo eso cotidianamente?; no, él no es detallista. Entonces es lógico que si no acostumbra demostrar el amor (si es que te ama) pues ni el 14 de febrero ni el Día del Juicio Final va a hacerlo. ¿No te gustaría que te diera abrazos, que te cuidara, protegiera y amara todos los días aunque se le olvidara el 14 de febrero?; pues sí psicóloga, creo que sí. Y así son las historias, por eso es que yo amo las demostraciones de amor cotidianas de mi esposo, de mis hijos, de mis primos y mis hermanos, de mis amigos, aunque se les olviden las fechas que la mercadotecnia ha creado para comprar y consumir.
Hay gente a la que no le gusta abrazar ni demostrar amor, ¿lo siente?, pues no se puede saber porque los demás no son adivinos. Un hombre que amaba mucho a su padre no acostumbraba abrazarlo, ni a él ni a nadie porque eso no le gustaba; cuando el padre ya viejo está muy enfermo en el hospital y él lo cuida necesita cambiarlo de posición en la cama con cierta frecuencia para que esté más cómodo y entonces se da cuenta de que se tarda demasiado en hacerlo porque por primera vez en muchísimos años está abrazando a su padre. Nunca supo en vida de su padre lo de los ocho abrazos diarios y sólo puede abrazarlo unos cuantos días antes de que él muera.
Mis padres se hicieron novios un 14 de febrero y al año, en la misma fecha, se casaron; de ese modo mi madre evitó que la fecha pasara inadvertida. Yo siempre le dije que me parecía muy cursi y me dijo que ese era el día del amor, que él ni siquiera le dijo que la amaba pero le llevó un regalo y con eso y en esa fecha pues ya quedó todo dicho.
Definitivamente a mí me gusta más lo de los abrazos diarios que lo de las fechas y de verdad agradezco a todos mis amigos su amor, a los que veo de verdad y a los que veo por internet. Recibo besos y abrazos cibernéticos a diario, también por teléfono y también reales. Es bonito el día de fiesta de San Valentín pero ojalá que a todos los que hoy lo celebran con tanto entusiasmo no les falte amor ni amistad en todo el año.
Te mando muchos abrazos
ResponderEliminarMuy bonito