El indio aguanta, cómo que no, y la gente pobre aguanta muchísimo también, por algo somos la raza de bronce. Éste es el panorama a 200 metros de mi casa desde hace 3 días: un tumulto de gente pobre que ansiosamente espera la pantalla que Papá Gobierno les regala para que no les agarre el apagón en Navidad. Llevan allí dos noches y tres días sin moverse, aguantando el frío y además la lluvia. Los indios andan juntos siempre, no es posible contarlos por unidades sino por núcleos familiares, así es que en las colas de gente abundan los bebés y los abuelitos, también los discapacitados y todos los niños.
Antier, en una comunidad de Chiapas murió un bebé de 8 meses mientras hacía cola con su madre para lo de la pantalla, para que todos en casa vean Televisión Nacional y sigan en el embrutecimiento; no hay servicios médicos cercanos a estas multitudes, alguna ambulancia, paramédicos, no hay nada más que la intemperie cobijando con sus inclemencias a esta gente.
Tampoco hay Canal 22 ni TV UNAM en el futuro inmediato de nuestro pueblo, ¿para qué? no sea que tengan conocimientos nuevos y se pongan a pensar lo que no conviene
En otra zona de esta ciudad se congregaron otros cientos de indígenas para conseguir su pantalla, necesitan un boleto que les acredita pertenecen al programa PROSPERA. ¿Qué les ofrece PROSPERA a las personas pobres además de una pantalla real o ficticia? Mejor alimentación, mejor salud, más educación, inclusión financiera, inclusión productiva, derecho de audiencia, empoderamiento a las mujeres y oportunidad a los jóvenes. Así se anuncia PROSPERA por parte del Gobierno con bombos y platillos, lo que no anuncia es que todos lo del Programa tienen la obligación de ir de acarreados a los mítines políticos y a lo que sea que les manden, además deben votar por el PRI o no prosperan.
Volvamos a los que fueron por su boleto para la pantalla, a ellos la VOCAL que es una vivales les pidió 200 pesos a cada quien y, como son indios y son analfabetos y mal alimentados y no pensantes, pues le dieron sus 200 pesos para la "pantalla gratuita" a la que tienen derecho. Después la VOCAL huyó con todo el dinero y los indígenas sólo consiguieron remojarse en la lluvia y enfermarse, me cuentan que alguien más murió, que hubo abuelitas desmayadas y mujeres embarazadas que perdieron el sentido.
Desgraciadamente el sentido lo tienen perdido mientras la ignorancia sea la reina del pueblo, el sentido de justicia, el sentido de dignidad y el sentido de saberse dignos de reclamar sus derechos.
A ellos les duele hoy no tener su pantalla, a mí me duele todos los días su ingenuidad, su ceguera, su falta de oportunidades para vivir como merecemos vivir todos.