Tras los recientes y trágicos acontecimientos en París muchas cosas me han causado asombro y tristeza: los civiles inocentes como siempre, la sorpresa, la maldad disfrazada de religión, el miedo, la impotencia, el dolor de tantas personas; sin embargo mi mayor asombro ha sido ver a los franceses cantando su Himno Nacional junto con su presidente. ¿Están mal informados?
No me imagino yo a los mexicanos cantando con Felipe Calderón Mexicanos al grito de guerra... cuando él declaró la guerra a los narcos e inició una de las matanzas más grandes en la historia del país, y no me lo imagino porque todos sabemos que el primer aliado de grupos de narcotraficantes era él. Un taxista en el DF me dijo una vez: los latinoamericanos somos más inteligentes y críticos ante las posturas del Gobierno porque somos pueblos sufridos, hemos sufrido mucho y ya no creemos las cosas que nos dicen, mejor las analizamos primero, y tenía razón porque aunque no había estudiado ni la secundaria sabía que el expresidente Carlos Salinas se había quedado en el poder para siempre, al frente o detrás de sus títeres. Me sorprendió.
El Gobierno francés ha estado bombardeando Siria desde hace rato y ha estado atacando con violencia, eso no disculpa que se merezcan los franceses que los maten mientras toman café o escuchan un concierto, pero ¿no sabe el pueblo francés que su presidente, el mismo que ahora sufridamente canta el Himno con ellos tiene una gran responsabilidad en lo que pasó?
De allí sigue el control: fronteras cerradas, escrutinios, se va a averiguación o preso cualquier ciudadano sospechoso y cualquiera, por supuesto puede ser sospechoso, se entrega en manos del Gobierno lo más sagrado: la libertad humana que implica la libertad de tránsito, de privacidad y, sobre todo, de paz. Sin embargo, el pueblo francés está de acuerdo con su Presidente, con el hombre que está protegiéndolos de lo que él mismo provocó porque no pudo sucumbir ante el delicioso olor del petróleo de los sirios.
Lo mismo hace el gobierno ruso y el de Obama, atacar Siria, codiciar el petróleo y vender armas a los terroristas, porque algún país rico se las vende por supuesto. Y si investigamos cuántos pozos petroleros han bombardeado los "países aliados" contra ISIS, pues ya veremos que los bombardeos no destruyen los pozos, es una gran casualidad que sólo destruyen a seres humanos inocentes.
Por otro lado el terror, ISIS amenaza y todos los habitantes de todas las ciudades mencionadas tiemblan porque puede ser cualquiera en cualquier momento y ya no hay seguridad ni en su propia casa, sus gobiernos se los restriegan, se los repiten, para que el miedo paralice a las poblaciones y ya nadie piense más que en acabar con ISIS, pero sobre todo para que a nadie se le ocurra pensar que su propio Presidente que les dice "ahi viene el lobo" sea el que le pisa la cola al lobo para que se enfurezca.
Tenía razón el taxista, por lo menos en este país a nadie se le ocurriría cantar a coro el Himno Nacional con ningún gobernante, estamos tan desprotegidos del Gobierno como todos los demás habitantes del mundo, pero lo tenemos muy claro.
De allí sigue el control: fronteras cerradas, escrutinios, se va a averiguación o preso cualquier ciudadano sospechoso y cualquiera, por supuesto puede ser sospechoso, se entrega en manos del Gobierno lo más sagrado: la libertad humana que implica la libertad de tránsito, de privacidad y, sobre todo, de paz. Sin embargo, el pueblo francés está de acuerdo con su Presidente, con el hombre que está protegiéndolos de lo que él mismo provocó porque no pudo sucumbir ante el delicioso olor del petróleo de los sirios.
Lo mismo hace el gobierno ruso y el de Obama, atacar Siria, codiciar el petróleo y vender armas a los terroristas, porque algún país rico se las vende por supuesto. Y si investigamos cuántos pozos petroleros han bombardeado los "países aliados" contra ISIS, pues ya veremos que los bombardeos no destruyen los pozos, es una gran casualidad que sólo destruyen a seres humanos inocentes.
Por otro lado el terror, ISIS amenaza y todos los habitantes de todas las ciudades mencionadas tiemblan porque puede ser cualquiera en cualquier momento y ya no hay seguridad ni en su propia casa, sus gobiernos se los restriegan, se los repiten, para que el miedo paralice a las poblaciones y ya nadie piense más que en acabar con ISIS, pero sobre todo para que a nadie se le ocurra pensar que su propio Presidente que les dice "ahi viene el lobo" sea el que le pisa la cola al lobo para que se enfurezca.
Tenía razón el taxista, por lo menos en este país a nadie se le ocurriría cantar a coro el Himno Nacional con ningún gobernante, estamos tan desprotegidos del Gobierno como todos los demás habitantes del mundo, pero lo tenemos muy claro.
Tienes razón. El Estado islámico fue propiciado por Arabia saudita, Qatar y EU para dividir a Irak y Siria por el sur y negociar con ellos el petróleo de la región a cambio de dólares, armas y drogas Pero el enano creció y se volvió terrorista posiblemente impulsado por sus mismos creadores. Con los ataques hechos a países occidentales los gobernantes adquieren más poder y pueden limitar a su antojo las libertades civiles en nombre de la seguridad del pueblo y, me atrevo a pensar, los gobiernos dejan actuar a estos grupos a pesar de conocer sus planes para controlar mejor a sus gobernados. Maquiavélico, verdad?
ResponderEliminarEl grado de maquiavelismo en lo atentado de Paris es impactante!!! Un ataque que da el pretexto perfecto para que Francia junto con sus aliados occidentales invadan países pobres, caóticos y llenos pero muy llenos de petróleo. Por supuesto las víctimas inocentes no importan y la maldad y codicia llega a tal punto que no decidieron atacar un edificio de gobierno en domingo, prefirieron un estadio y una sala de conciertos justo cuando están a su máxima capacidad.
ResponderEliminarQue razón teneis, jugar con el miedo, pero venderles armas y comprar su petroleo, para que sigan teniendo dinero para más armas, y luego pretendemos que nos nos disparen....!
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