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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, Mexico
MIS LIBROS: Olivos y Acebuches (cuento), Con un padre me basta (novela), Hablarán nuevas lenguas (poesía),Mar de cristal transparente (novela), Muy Intimos Quadernos (novela), Siete casos en busca de un psicólogo

martes, 24 de julio de 2012

LAS MISIONES


Mariano, su esposa María y yo en San Juan Chamula. Foto: Sofía López Olalde
Dedicado con cariño a mis compañeras y amigas del Miraflores

Cuando yo terminaba el Bachillerato en el Colegio Miraflores de la Ciudad de México, hace ya muchos años, las religiosas idearon un viaje a San Cristóbal de Las Casas para ir de “misiones” porque el ahora difunto Obispo Don Samuel nos invitaba para conocer a sus inditos.

Yo no pude venir a Chiapas en ese entonces, supongo que por problemas familiares económicos, no lo recuerdo; lo único que recuerdo es la envidia horrible que me daban mis compañeras porque se iban de “misiones” a ver a los indios de Chiapas. Y cuando regresaron… bueno, eran insoportables para mí, venían todas ellas tan entusiasmadas, tan llenos los ojos y el alma de tanta novedad que no paraban de hablar de lo mismo; la verdad no sé ni qué hicieron, si los evangelizaron o les enseñaron canciones o les compraron artesanías, pero sí sé que se encontraron de pronto en una realidad alucinante que es la de este pueblo.

Desde ese entonces yo me juré a mí misma que algún día iría a Chiapas y también conocería a los inditos y también estaría de misiones en este pueblo. Nunca supe entonces que mis deseos se harían más realidad que el Santaclós de los niños ricos, que Dios ya tenía planeadas mis misiones desde todos los siglos antes de que yo naciera y que, finalmente, quisiera yo o no, mi misión en Chiapas me estuvo esperando hasta que llegué.

viernes, 13 de julio de 2012

PRESIDENCIA 2012

http://www.lajornadamichoacana.com/
Colaboración especial de Andrés Olalde

 
“No quiero ni pensar que Peña nieto pueda llegar a la presidencia… no está preparado para ser presidente” (Carlos Fuentes); “Está hecho de elementos muy antiguos del sistema autoritario del siglo XX” (Lorenzo Meyer); “Este señor se va a enfrentar así a este país tan difícil en los próximos seis años, ¿A dónde vamos a llegar?” (José Emilio Pacheco); “Mexiquense construido con carretadas de dinero. Es el candidato de “El Canal de las Estrellas”, el modelo golden boy, el astro Boy de Atlacomulco.” (Denise Dresser). Y como estas aseveraciones hay mil más, lo curioso es que fueron dichas por un premio Miguel de Cervantes, por un premio Nacional de Periodismo, por alguien considerado como el galardón literario más importante de la lengua castellana; en fin por gente pensante, inteligente. Dicen que las grandes mentes piensan igual y aquí se demostró. Creo que es curioso que ninguna de las personas anteriores o de la misma talla le haya echado porras, que no hayan dicho que sería la mejor opción y lamentablemente para mí y nuestro país, Enrique Peña Nieto ganó la presidencia.

Estas elecciones se podría decir que fueron las primeras para mí, de las del 2000 solo tengo vagos recuerdos. En estas elecciones y el periodo anterior a ellas pasaron demasiadas cosas: primero nos enteramos que Peña Nieto no ha leído 3 libros que marquen su vida cuando visitó la Feria Internacional del Libro. Chistes y risas. Después Peña sale hablando algo que se supone que era inglés. Se duplican los chistes y risas. Luego presenciamos el primer debate presidencial o el partido de fut según nuestras preferencias; fuimos sorprendidos (Quadri también) con la edecán, el pésimo formato que se llevo a cabo, la mala regulación y la desviación de los temas. Más chistes y risas. Después el 11 de mayo se les ocurre a los organizadores de la campaña de Peña llevarlo a una… ¡universidad! Pero el resultado no fue para nada el previsto; Peña escondiéndose en el baño y jóvenes en las calles creando un movimiento social. Más chistes y risas. Y al fin llegó el día tan esperado, el día de las elecciones. En las casillas se veía más gente de lo normal. Buena señal. Jóvenes de #YoSoy132 vigilando. Buena señal. Comienza el conteo rápido, Peña va ganando. No importa ahorita remonta alguien. Sigue el conteo y Peña sigue ganando. Mala señal. Acaba el conteo rápido y Enrique Peña Nieto aventaja por 7 puntos al contrincante más cercano. Comienzo a ver como los chistes se convierten en critica, alguna objetiva otra no y como las risas se van desdibujando del rostro de la gente y como se convierten en muecas de indignación, frustración pero sobre todo de conformidad. Caras de ni modo llegó el peor escenario posible para mí país pero pues ni modo, merecemos el gobierno que tenemos. Esas caras son las que más tristeza me dan.

Al principio estaba triste porque no iba a poder votar, ejercer ese derecho pero también obligación. Pensé que a mi edad, 16 años, no se podía hacer nada, que equivocado estaba yo. Leí el libro “El País de Uno” de Denise Dresser que por cierto se los recomiendo y me di cuenta que había cosas que yo y cualquier otro mexicano interesado en su país podía hacer. Quiero compartir con ustedes una paráfrasis de un capítulo de su libro titulado “Diez Acciones Ciudadanas para Cambiar al País”

sábado, 7 de julio de 2012

Del Mar de cristal





Texto de la novela Mar de cristal transparente escrita después de mi primera herida electoral. Año 2001

Amanecí en un hospital. Las caras largas de mis hijos me volvieron al miedo. ¿Estoy muerto Martín? Martín no dice nada, sonríe mientras me mira. Pienso que al pobre de Martín se le debe haber perdido la memoria de que yo soy su padre, pienso que a lo mejor un día ya no le regresa tan fácil el recuerdo, pienso que siento miedo, sólo lo pienso, temo al temor. No he acabado mi Biblia como cada año y medio, he leído tan mal y tan despacio últimamente por estar escribiendo estas Memorias. Sigo viendo a ratos aquel mar de cristal y veo que en mi libro sigue Apocalipsis 16 y puedo leer que el quinto ángel vació su copa sobre el trono de la bestia y de repente el reino se encontró en tinieblas y la gente se mordió la lengua de dolor.

Escucho a mi memoria, la fiel traicionera. Mi memoria se encuentra esparcida en la generación que me sigue y en la que sigue. Todo es tan claro, no hay Alzheimer ni pánico. Es el tiempo sin tiempo de los últimos tiempos y en la República Mexicana se llevan a cabo las elecciones presidenciales, mi memoria no falla aunque en este momento no sé qué hago en un hospital, con los ojos cerrados, con el cuerpo rebelde a querer despertar. Se lleva a cabo el conteo de votos y hay tensión general, dicen que llevamos ya muchos años de dictadura del Partido con todos sus presidentes en una misma línea de opresión y desastre. Atino a ver la línea pero no el tal desastre, yo no puedo quejarme, pobres siempre ha habido, pobre fui yo y me levanté socialmente a través de trabajo; la “injusticia social” se llama ahora a lo mismo de siempre. Todas las pantallas de las televisiones de todas las casas del país se encuentran encendidas. Todas las personas están pendientes del conteo de los votos, siento la ansiedad y la ansiedad se me vuelve temor y antes de que el temor se convierta en mi pánico puedo sentir sonidos y escuchar unas voces lejanas, bajísimas... son Martín y su hermana mayor.