La falla de San Andrés y el Mal Cine

 

Me gusta muchísimo el cine, el buen cine, pero también he aprendido muchas cosas del mal cine y pues, como las circunstancias obligan ya que no hay otra cosa que ver, fui a ver Terremoto: La Falla de San Andrés. Pésima película, predecible, con el mismo patrón de la familia que sí se salva en medio de tan espantoso desastre porque siempre hay Moisés en canastitos, Lots huyendo de Sodoma y Gomorra y milagritos de esos que son sólo para la historia de las Sagradas Escrituras y no para asuntos tan graves como la bomba de tiempo que es la Falla de San Andrés.

Lo que confirmo, porque ya lo aprendí hace tiempo es que los cineastas (¿se les podrá llamar así?) que hacen estos churros se burlan de lo que sea y hacen un espectáculo para explotar el morbo, para ganar dinero desde luego, con algo tan grave como la situación de los que viven a todo lo largo de la Falla.

La situación es el miedo de los que allí habitan y es un miedo real, cuando yo viví un año en San Francisco muchas veces me pregunté ¿y si ahora toca que falle la Falla? porque ya se sabe que sucederá, ¿y si voy en el Bart transportándome abajo de la tierra?, ¿y si además se nos viene encima todo el mar que tenemos enfrente?, ¿y si me muero en un país que ni es mi tierra?

De verdad no puedo entender cómo es que estas cosas se pueden hacer; nuestro país no es desarrollado, somos tercer mundo y también hacemos cine (y buen cine por cierto hoy en día), pero por Dios que nunca he visto yo una exhibición de un desastre futuro que se burle así del miedo de la gente, que ya de por sí nuestros vecinos del norte con bastante paranoicos; recuerdo también El día de mañana, entre otras porquerías de éstas como invasiones de marcianos y violencia y destrucción y provocar el miedo y jugar con la muerte. En mi país lo más que he visto de este tipo es El Santo contra los Zombies o Contra las momias de Guanajuato, y nadamás.

Las películas "de acción" que son tan taquilleras, eso sí, en México lo son y las carteleras de los cines están repletas de ellas, me han llamado siempre la atención, me las trato de explicar. ¿Qué sucede en la psiquis al ver tanta violencia: armas de fuego, carros volando en llamas, muertos despedazados y demás etcéteras? Pues la búsqueda humana de emociones es una realidad, las buscamos por naturaleza y el hecho de que nuestra agresividad se desahogue al verla en una pantalla, pues también es algo real; sin embargo no acabo de entender cómo pueden dar satisfacción espectáculos como esos, y aún más... la gente se ríe muchas veces cuando al malo lo asesinan y queda sangrando y destrozado, era el malo ¡claro!, pero ese gozo de la violencia tan extrema sigo sin podérmelo explicar.
Hay películas mexicanas de espantoso contenido, pero solamente están retratando la realidad, como El Infierno, Conejo en la luna, La Jaula de Oro y muchas más; he escuchado a la gente decir que la película es light para lo que estamos de verdad viviendo y es cierto. Ahora, si ya lo que vivimos nosotros y muchos países del mundo es suficiente violencia, ¿para qué exhibir las profecías catastróficas del futuro?, como si no bastara con el presente.
Lamento mucho lo de la Falla porque es una realidad para mañana o pasado mañana o cualquier futuro cercano, pero más lamento que haya californianos yendo a ver Terremoto y, desde luego, que haya productores de cine que lucren con esta desgracia.