La LEY MORDAZA es bien conocida por los periodistas de todo el mundo, si no la acatan pueden morir, realmente morir como sabemos de muchos de ellos desaparecidos y asesinados. Los periodistas mexicanos sólo pueden decir lo autorizado por el Gobierno y deben tragarse en el alma todo aquello con lo que no están de acuerdo; puede ser que no los maten, pero lo que sí es real e inmediato es que perderían el empleo.
A Joaquín López Dóriga lo acaban de despedir de Televisa y es algo tan grave para él que decidió quitarse la mordaza por lo que aquel prudente periodista que parecía estar tan de acuerdo con los gobernantes se presenta ahora como relator de la visita del Papa Francisco; Sin Mordaza. Y así, tanto el Papa como López Dóriga se han convertido en la sensación de la semana, ambos comprometidos con la verdad, el primero por ser un santo cristiano y el otro porque no le funcionaron tantos años de caravanas a los Príncipes del Poder.