Hermanos frente a hermanos, unos vestidos de policías y otros vestidos de maestros, igual que en los tiempos de antes, la historia siempre se repite porque los seres humanos en esencia no cambiamos y al grito de ¡Vámonos a la Bola! se juntan los ciudadanos con los maestros, los padres de familia, los trabajadores del Sector Salud y los más diversos grupos para apoyar el movimiento. ¿Será que todos piensan lo mismo y están enojados y reclaman por la misma causa?, bueno, el común denominador es el Gobierno y ese monstruo inamovible nos tiene hartos a todos, así es que en contra de él pues vámonos todos a las calles, a enfrentarnos, a golpearnos, a hacer vandalismo, a alzar la voz para que nos oigan.
Que renuncie el Gobernador, que renuncie el Presidente, que no haya Reforma Educativa, que nos respeten, que podamos ejercer nuestros derechos, que ya no haya injusticia, que no haya corrupción... y así cada grupo y cada quién tiene sus motivaciones, y los líderes del movimiento tienen sus motivaciones políticas, sus alianzas políticas también y su especial manera de mover a las masas con muchas verdades y también con muchas mentiras.
Reforma educativa, neoliberalismo, derechos laborales, inversión privada...¿y todos los que andan en la Bola entienden qué quiere decir todo esto? Los maestros que sí son verdaderos maestros pues temen a la Reforma Educativa porque están convencidos de que la educación se privatizará y que les quitarán sus plazas y que perderán su antigüedad y lo que han ganado con años de trabajo y esfuerzo, ¿esto es cierto?, no lo sé, pero ellos están convencidos. Por otro lado, los maestros que ni son maestros sino aviadores, que heredaron o compraron la plaza y no hicieron ni la primaria, que compran sus títulos de Maestría y hasta de Doctorado para ganar más dinero y que son más ignorantes que sus pobres alumnos, esos maestros lo único que entienden es que hay que pelear por no perder los privilegios que les costaron 40 ó 50 mil pesos.
Conozco y reconozco a algunos verdaderos maestros, con vocación, con verdadero interés por los niños y adolescentes a su cargo y, desgraciadamente, una buena parte de la sociedad ahora los sataniza junto a todos los demás, junto a los vándalos que incendian coches, que ejercen la violencia y que no entienden la diferencia entre una manifestación y una agresión a la población con bloqueos de calles y de derechos humanos.
Esto es Chiapas hoy y también buena parte del país, la Bola de la Revolución, del movimiento del 68, el estallido de la ira del pueblo cansado de un Gobierno Corrupto. Y seguirán las marchas, los gritos, la violencia, la cólera desatada y seguirán las esperanzas de ser escuchados. También un día terminarán los movimientos y seguirán los gobiernos corruptos abusando del pueblo y junto a ellos los líderes corruptos de hoy disfrutando de una nueva vida millonaria.
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