Esta pintura es
el retrato de Gaspar Melchor de Jovellanos pintado por su amigo
Francisco de Goya, eran amigos porque mutuamente se admiraban,
Jovellanos fue un político y el gran hombre de la Ilustración en España,
enjuiciado y encarcelado por la Inquisición.
El retrato de la familia real es la de Carlos IV, también pintada por Goya, ellos no eran sus amigos ni tampoco los admiraba, eran la estúpida nobleza y no como insulto lo de estúpida sino como verdad, se casaban tanto entre parientes cercanos que de verdad eran retrasados mentales y así los pinta Goya, así lo dice en sus rostros.
Yo tengo pasión por las pinturas de retrato porque me transmiten siempre algo que parece una locura: yo entro al ambiente de ellos mientros que ellos entran hacia el lugar en donde estoy y existe entre ambos una comunicación. Es imposible, creo yo, ver a Jovellanos y no percibir su melancolía y su inteligencia y también ver al rey y a la reina y no sentir su tara mental aunada a la creencia de que Dios los designaba al cargo y que eran seres superiores. Goya sabía que no, pero no sé de los demás porque todavía hay muchas naciones que tienen reyes y reinas y si son estúpidos o no eso no importa porque ya es la tradición y la figura del rey es sagrada. Qué pena que en pleno siglo XXI haya gente menos inteligente que el valiente pintor!!!!
Dicen que los retratos perturban porque desafían a la muerte y el muerto permanece entre los vivos como si la pintura tuviera algo del espíritu del retratado y es que, para los grandes pintores era muy importante retratar precisamente ese espíritu, el alma de las personas vista a través de un cuerpo y, sobre todo, de un rostro y unos ojos con mirada; entonces indagaban sobre la persona que quería retratarse antes de comprometerse a hacer el trabajo. Es por eso que los grandes como Goya verdaderamente plasmaron entes espirituales en sus retratos.
En tiempos antiguos hacerse un retrato era algo muy importante, era quedar para la posteridad y debe haber sido algo muy costoso también porque los retratos de gente pobre son escasos frente a todos los de los reyes y sus caballos y sus espadas y sus hijos, y todas las princesas y los nobles.Después vino la fotografía y ahora se hacen tantos retratos de las personas que realmente sólo los fotógrafos artistas son fieles a la hermosa tradición de los retratistas de antaño: capturar al espíritu del retratado.
Yo tengo una hermosa copia de "El caballero de la mano en el pecho" de El Greco en el comedor de mi casa, en un lugar privilegiado, y el caballero y yo nos miramos todos los días, realmente lo hacemos y también nos comprendemos del siglo XVI al XXI, privilegio total!!!!
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