Una fiel copia de este famoso mural de Pablo Picasso "Guernica" estaba en el más visible y honroso lugar de la casa de mi tía Margarita y allí lo contemplé muchas veces cuando yo era niña. Picasso realizó esta momumental obra después del bombardeo de la aviación alemana a la población vasca de Guernica. Mi tía Margarita era una cellista de la Sinfónica Nacional en aquellos tiempos y estaba casada con el tío Klaus, contrabajista en la misma orquesta y alemán. Hasta ahora me pregunto ¿por qué Guernica en la casa de ambos?, ¿para recordarle al alemán la masacre perpetrada por sus compatriotas? No lo sé, pero tampoco importa para esta historia, lo que importa es mi impotencia de niña ante el cuadro porque mi tía, que era artista, me había explicado que era una gran obra de arte y que trataba sobre la guerra y a mí, francamente, sólo me parecían unos monigotes que estaban allí revueltos sin ton ni son, lo del arte de verdad que me era imposible encontrarlo y yo desde niña me sentía artista también porque quería ser escritora y ya empezaba a hacer poemas. Resultado: la impotencia de no encontrar el arte.
Cuando años más tarde inicié mis estudios de Letras en la Facultad de Filosofía y tomé cursos de Arte fui entendiendo que el horror puede ser arte también porque el arte principalmente provoca emociones, frente a una obra de pintura, escultura, literatura, música quien manda es el sentimiento, la apreciación estética primero se siente, luego se analiza, se estudia, se entiende de otra manera, se contextualiza histórica y socialmente, en fin... el problema es que para mí la obra de Picasso seguía siendo monigotes y ni antes ni después yo lo diría porque yo no era una persona sin cultura que no podía apreciar el arte y menos, del famoso Picasso.
Y lo que verdaderamente importa en la historia de hoy es que Guernica significa ahora para mí una profunda emoción y veneración porque he visto a los monigotes en ésta, mi vida real, en la guerra que bajo y sobre el agua hay en este país. La gente destrozada del cuadro de Picasso ha aparecido en los noticieros que veo: sin cabeza, sin piernas y sin brazos, deshechos en barriles de ácido, ahorcados colgando de los puentes y quemados con gasolina; también he visto a las madres de los hijos muertos a tiros, a palos, por los sicarios, por los federales y por todos los que tengan un arma y estén en la mafia de droga, corrupción y Gobierno de México. Los seres humanos clamando al cielo como en Guernica los veo todos los días, llenos de angustia, con miedo que se convierte en paranoia, la rabia, la indignación y el miedo del mural están ante nuestros ojos todos los días.
Y entonces, cualquier persona en cualquier día no sólo pierde la vida sino también la dignidad al quedar como monigote desfigurado, como cadáver no identificado y revuelto con muchos otros sin ton ni son como en el cuadro de Picasso.
Hola Guada, a mi me pasaba lo mismo, no entendía este cuadro. pero una vez que leí y entendí el significado, tuve la fortuna de ver el original en un museo de España y entonces si, me conmovió mucho y mis ojos se humedecieron. Que profundidad y manera de expresar el dolor y horror de una guerra.
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