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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, Mexico
MIS LIBROS: Olivos y Acebuches (cuento), Con un padre me basta (novela), Hablarán nuevas lenguas (poesía),Mar de cristal transparente (novela), Muy Intimos Quadernos (novela), Siete casos en busca de un psicólogo

viernes, 11 de marzo de 2011

Pero es que yo lo amo!!!!

Una amiga me contó que su esposo no la deja ver los “talk shows” de Laura de México y Rocío (de México también), le ha dicho que son programas para gente sin educación, que son un morbo. Yo me quedo pensando si el esposo de mi amiga está disfrazando de vulgar su miedo a que su mujer se entere de que no es la única mujer mexicana con codependencia. Yo sí veo los shows porque me divierte mucho deducir quiénes de los personajes de esa tarde son pagados y están actuando (bastante mal por cierto) y quiénes son personas con problemas reales que se acercan a “estrellas” de la televisión porque sus gobernantes no responden a sus necesidades de salud, educación, justicia… y las todopoderosas conductoras sí. Sin embargo, en medio de mi diversión, me alarma mucho el estado de nuestro país: no justicia, no servicios de salud, no oportunidades de educación, no oportunidades laborales, no seguridad. Es el país del No.

Por otro lado corroboro que los problemas relacionados con la violencia doméstica son los ganadores entre nuestra población. La violencia casi siempre, aunque a veces no, es de parte del hombre a la mujer, él es un abusador que la minimiza, la rebaja como persona, la insulta y la golpea cotidianamente con palabras y actitudes o con las manos. Las llorosas mujeres exponen sus casos: tiene una amante y un hijo con ella; no me da dinero; no me deja trabajar; me quita todo mi salario; me dice que soy una inútil; me pega por no planchar bien sus camisas; les dice a mis hijos que soy una puta; no me da para mis medicinas… y así, interminablemente.

Como estos shows son un circo romano el público enardecido les habla a las protagonistas de las historias: ya déjalo, no vale la pena, tú mereces otra cosa, ¿qué no tienes dignidad?, ya quiérete mujer, hazlo por tus hijos, hay mejores hombres que ese, ¿te gusta que te maltraten? Las conductoras les gritan, las zarandean y les exigen que se respeten a sí mismas, las confrontan con la verdad mediante videos grabados a escondidas donde el hombre se besuquea con otra o con otras, las obligan a contemplar sus propias heridas y tras la pregunta ¿por qué no lo dejas?, la respuesta siempre es la misma: PORQUE YO LO AMO.

Me pregunto y les pregunto mujeres: ¿hasta dónde nosotras mismas provocamos esa dependencia enfermiza? Las niñas se educan como niñas y en labores de niñas todavía: tú no puedes con eso, eso es cosa de hombres, al marido se le pide permiso, si te deja ¿qué vas a hacer sola?, ya verás lo que va a decir de ti la gente si tu marido se va con otra. Y luego más: lucha por tu matrimonio, hazte de la vista gorda, si no le gusta el pelo corto déjatelo largo, no uses minifalda si a él no le parece, deja a tus amigos de la Prepa porque a él no le gusta que andes con otros hombres, la mujer no debe ganar más que el hombre, los hijos son para que los cuiden las madres porque los hombres no saben hacerlo, las mujeres no van al bar con sus amigas, las mujeres no salen solas de noche, las mujeres no viajan sin su marido, los hombres tienen más libertad porque son hombres, las mujeres no saben cuidarse solas. Consejos todos dichos por madres a sus hijas, me consta.

Un psiquiatra español especializado en dependencia emocional (el Dr. José Luis Sangrador) le ha llamado a esta conducta “adicción al amor” y la define como una necesidad patológica del otro que proviene de inmadurez afectiva, de quien no ha podido crecer afectivamente por carencia de amor y se queda en la etapa del amor tiránico de los niños, que son posesivos y buscan ser amados pero aún no aprenden a amar; así, el adicto al amor dice amar muchísimo a la otra persona (desde luego no se reconoce ni dependiente ni adicto), pero en el fondo lo que está buscando es que lo amen, busca recibir cuidado, protección, permanencia de la relación y todo lo que da una persona a otra cuando la ama. Realmente es muy difícil que una persona reconozca que lo que siente por otro no es amor sino dependencia, aún cuando se pueden escuchar a sí mismos diciendo cosas como: sin él mi vida no tiene sentido, ella es todo para mí, si me deja prefiero morirme, porque su única verdad es: Pero es que yo lo amo!!!

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