Lo del Papa y yo

La visita del Papa a México en estos días me remueve todos los sentimientos y pensamientos que he tardado años en poder aclararme y, desde luego, verbalizar, así es que ahora aquí los escribo como testimonio de mi fe.

Hay unas preguntas que ningún cura ni monja ni católico confeso me han contestado y son:

• ¿Por qué el Papa y sus allegados son tan ricos y poderosos?

• ¿Por qué buscan y consiguen siempre el poder político y económico?

• ¿Por qué Juan Pablo II que va a canonizarse supo y tapó las porquerías de Marcial Maciel?, porque denuncias hubo desde hace muchos años y en 1997 a Juan Pablo le mandaron una carta abierta 8 exlegionarios acusando a Maciel de haber abusado sexualmente de ellos; el Papa se hizo que la Virgen le habla.

• Y para resumir, ¿qué tienen que ver todos estos con el Cristo en huarachitos que andaba por los pueblos sanando a las personas, con el que les lavaba los pies a los pobres, con el que se juntaba con la plebe, con el que dijo que era prácticamente imposible que los ricos entraran al Cielo?

De verdad yo creo que el pobre de Dios no tiene nada que ver con esto y cada día me convenzo más de que la Iglesia Católica es corrupta y no precisamente desactualizada como muchos la califican. Entre otras cosas la Iglesia Católica fomenta el politeísmo y en un pueblo de origen politeísta como el mío pues da igual creer en Tláloc o en Coatlicue que en San Charbel , en San Judas y en el beato Juan Pablo, y digo esto porque este tipo de creyentes, tan católicos, ni siquiera se acuerdan de que Dios es el patrón, que El es el Padre y que El está por encima de todo y de todos. Así entonces: me hizo el milagro la Virgen, fue San Judas, fue Santa Teresa y fue el que sea porque Dios quién sabe qué anda haciendo.

Soy católica, Dios decidió que yo naciera dentro de esa Iglesia y que fuera bautizada y sacramentada y todo lo demás, pero fue ya en mi edad adulta que conocí a Dios de una manera íntima y personal y esa certeza de la presencia de Dios en mi vida es lo más importante que me haya podido suceder. La Iglesia, me decían en el Catecismo, somos todos y eso ahora lo entiendo más que nunca, la iglesia son los curas pederastas y los católicos fanáticos y los politeístas, también los verdaderos creyentes que son los que se saben Hijos de Rey y como tales se comportan, porque la iglesia está conformada por seres humanos. Dios, de verdad, no tiene que ver con tantas porquerías.

Lo siento muchísimo por tanta gente que anda en la bola gritando “Se ve, se siente, el Papa está presente”, la presencia de Dios no es necesaria, la buena es la del Papa y así el pueblo enardecido echa porras , ensalza al ídolo, ignora el trasfondo político que hay en todo esto y es feliz porque vio al Papa pasar en su papamóvil y le echó confeti. ¿De dónde salimos tan fanáticos? Quién sabe, al mexicano lo que le importa es la fiesta, el relajo, los gritos, el estallido de las emociones y si el Papa es más importante que Dios, pues ¡qué importa!