La biblioteca con pájaros

Hospital de las Culturas. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

Cuando estudié, hace ya muchos años, Ciencias de la Información y Biblioteconomía pertenecí a un grupo privilegiado que era la primera generación de esa Maestría y además un Posgrado de Excelencia Conacyt. Eso significó para nosotros los estudiantes que tuvimos maestros extranjeros quienes nos enseñaban las nuevas tecnologías en archivos, blibliotecas y en el mundo de la información: todo era fascinante, todo lo posible ya automatizado; aprendimos normas para construir el edificio de biblioteca, normas para generar las colecciones especializadas, o de escuelas o de investigación. Estudiábamos en inglés, no había aún en español semejantes modernidades. Todo fue tan perfecto que terminamos nuestros estudios muy entusiasmados y deseosos de empezar a trabajar. 
Pasado un mes me llamó uno de mis compañeros: el de Sonora y me dijo que estaba frustradísimo y enojado, que tenía un gran problema. Yo le dije ¿qué problema?, ¿teórico o práctico? Un verdadero problema, me dijo, ¿te acuerdas de todo lo que estudiamos y lo que aprendimos sobre el modelo de una buena biblioteca? Pues nada, la biblioteca de la Universidad de Sonora, en la que estoy,  ha estado a cargo de una señora que tiene plaza fija, nadie la puede despedir y tiene todos los pasillos y todos los estantes llenos de pájaros en jaulas. Hay muchos más pájaros que libros y no los piensa quitar. ¿Sabes para qué sirvió todo lo que estudiamos? Para una mierda. Tienes razón, le dije una cosa es lo que se enseña en la teoría, lo que se dice y otra es la realidad, sobre todo la nuestra: la mexicana.



Y ¿por qué viene a cuento esta historia? Pues por los servicios de salud que tenemos en Chiapas y que no deben ser muy diferentes a los del resto del país (excepto el DF en donde se concentraron casi todos los hospitales de tercer nivel). Nuestro Gobierno decidió amablemente y para alardear muchísimo la creación del Seguro Popular que serviría a quienes no tuvieran IMSS o ISSSTE. En esta ciudad donde vivo el hospital que les toca a los populares es el Hospital de las Culturas, que además es muy lucidor por aquello de que sirve a las etnias indígenas de Chiapas. Lo que no sirve es el hospital, enorme elefante blanco sin servicios. Si entra un enfermo grave que debe ser hospitalizado o requiere cirugía, su expediente es firmado por 5 o 6 médicos porque no hay ninguno responsable del enfermo y así unos a otros se tiran la bolita a la hora de la muerte porque mucha gente muere allí, hasta de parto. La semana pasada acompañé a la familia de un amigo enfermo y corroboré que el único neurólogo de la ciudad allí trabaja, pero en emergencias, si el paciente pasa a terapia intensiva ya no es de él, es de otros médicos no especialistas y el neurólogo no puede atenderlo ya porque los otros "son envidiositos", así dijo. Y la familia del enfermo con derrame cerebral preguntando a diestra y siniestra para que los médicos les dieran alguna razón, muchos no dijeron nada porque no estaban, que en ese hospital abundan los médicos aviadores, y otro decían que moriría y otros decían que lo operarían y otros decían que estaría allí dos meses. El Hospital de las Culturas es como una biblioteca sin libros, sólo con pájaros o con aviadores que hacen como que trabajan y no tienen sensibilidad alguna ante los que están sufriendo a su alrededor. Mucha alharaca para la inauguración y para el informe del Gobernador y del Presidente y para las estadísticas y para las fotos y la publicidad en televisión del bien que hace el gobierno con estos servicios de salud. Pero en la realidad, como decía el bibliotecario de Sonora: todo es pura mierda.

¿Y el Dr. Ulises Córdoba Secretario Estatal de Salud?  Pues a él le gustan las fiestas y las celebraciones con los idiotas que lo caravanean para tener un puesto de aviador. Fue mi maestro en la Licenciatura de Psicología Clínica y aprendí 3 cosas de él: 1. que es alcóholico, 2. que es muy irresponsable y 3. que es adorador del poder y del dinero. En esas manos estamos.
Sin embargo, y porque principalmente estamos en manos de Dios: descansa en paz amigo Toño que te fuiste hacia la Luz desde la oscuridad de esta corrupción.