Cinco mi elementos nuevos, o sea cinco mil policías más de los que ya hay y que servirán para "traer la paz a nuestro país" dice nuestro Presidente y también para proteger a las empresas, para combatir la corrupción, para mejorar los trabajos de inteligencia y para salvaguardar las carreteras nacionales. Un detalle importante es que los nuevos gendarmes tienen almas de alto poder y, desde luego, pueden utilizarlas cuando lo consideren necesario.
¿Y qué hay detrás de todo esto?
Detras y delante mío lo primero que hay es miedo, mucho miedo, que ya desde que mis hijas eran pequeñas yo les decía que si veían un policía y un ladrón mejor corrieran hacia donde estaba el ladrón porque lo del policía era una mala decisión. Todos sabemos que los policías desde hace mucho han sido peligrosos para la población civil: amigos de asaltantes, compinches de los narcos, protectores de políticos corruptos, camaradas de secuestradores, amigos de quienes transitan con armas y drogas por las carreteras, en resumen: unos pillos con uniforme y pistola.
Ahora los nuevos gendarmes ya no tendrán sólo una pistolita, sino armas de las de a verdad, para matar por supuesto, no son para el desfile el 15 de septiembre.
Y ahora habrá gendarmes de alto poder, entonces si veo a un narco será mejor correr hacia él que hacia el gendarme, quizás sea lo más seguro.
Quisiera de verdad sentirme contenta con esta decisión del Gobierno, con esos nuevos polis prietitos pero vestidos de canadienses, pobres como todos en este país pero ahora con unas grandes armas de gran poder en sus manos, para salir de pobres les servirán muy bien, qué pena decirlo pero yo creo que si uno de esos me amenaza a ese sí le doy sus 200 pesos o quién sabe cuánto me pida.
Ese es mi país, esa es mi realidad, espero que el grano de arena de mi blog sirva de algo.
Con esto que cuenta me acuerdo de nuestro viaje, cuando nos paro la policía(ebrios y desaliñados) y nos pidió dinero para el gas para hacer la cena y también tuvimos que pagarlo.
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