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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, Mexico
MIS LIBROS: Olivos y Acebuches (cuento), Con un padre me basta (novela), Hablarán nuevas lenguas (poesía),Mar de cristal transparente (novela), Muy Intimos Quadernos (novela), Siete casos en busca de un psicólogo

sábado, 21 de mayo de 2011

¿TECNO O NO TENGO?


Cuando mi hijo era niño y, por supuesto, se manejaba en internet mejor que yo, un día me pidió que le comprara una mascota virtual: un pez. Cuando me explicó de lo que se trataba me quedé atónita porque era una imagen en la computadora de una pecera con agua y pez, al pez se le debía dar un nombre, había un método (virtual también por supuesto) de alimentarlo y hasta de acariciarlo y provocarle emociones hacia su amo. Le dije que no.

Así les he dicho que no a muchas novedades tecnológicas que no comprendo, o bien, que comprendo pero que no me interesan y así mis sobrinos y mis hijos y mis amigos de generaciones jóvenes no me entienden, se desesperan, piensan que ya me creí lo del papel de la abuelita y andamos en las discusiones eternas y naturales de una a otra generación. Por ejemplo, un invento antiguo ya a estas fechas es el chat, el cual tengo borrado de mi computadora porque no hay nada que me moleste más que, cuando estoy concentrada escribiendo, me salga un cuadrito en la pantalla de fulanito o fulanita diciendo “hola, ¿qué onda?”, pues la onda es que me distrajiste, vete por favor, y lo cierro y al rato emerge de nuevo la ventana diabólica diciendo “Contéstame, sé que estás allí”, y ya se me fue la idea en la que estaba y le vuelvo a cerrar para que en menos de cinco minutos aparezca de nuevo diciendo: “¿por qué nunca contestas?, te voy a borrar de mi chat”, ay! bórrame por el amor de Dios que ya no quiero ver tus cuadritos ni los de nadie mientras trabajo. Confieso que una día pasé muchas horas investigando cómo se borraba el messenger de mi computadora y lo logré!!! Ahora ya no me interrumpen los cuadritos.

Pensando, pensando y observando me di cuenta que el problema para mí es que la misma computadora es algo muuuuy diferente para unos que para otros, para mí es un instrumento de trabajo, me siento y escribo, busco en internet lo que necesito, saco la información y sigo escribiendo mi libro de psicología, mi novela en curso y mi blog. Pero para los jóvenes pues este aparato es un medio de comunicación, es la máquina mágica que los coloca en sociedad y los contacta a unos con otros. La primera vez que una de mis hijas me dijo: ¿qué crees?, me encontré a fulanita, la que iba conmigo en la primaria, ¿te acuerdas de ella? Y yo emocionada: ¡claro, sí!, ¿dónde la viste?, no mamá, no la vi, me la encontré en internet. Oh sorpresa!!! Oh schock!!! resulta que mi hija dice que se encontró a una amiga y lo que vio fueron caracteres negros que se llaman letras en una computadora, o sea que nunca salió mi hija de su habitación y dice que se encontró con una amiga. De verdad esto fue muy fuerte para mí. Reconozco que con el féisbuc han mejorado las cosas porque ahora se encuentran a sus amigos en letra e imagen, ¡genial!

Y así han seguido siendo las cosas, los jóvenes siguen queriéndome convencer de entrarle a la tecnología y lo hago, cuando de verdad me convenzo de que va a ayudarme. Mis últimos libros los escribí en computadora y eso a mí me parecía algo imposible por aquel romanticismo del contacto de mi mano con el papel en donde voy poniendo las palabras, pero tenían razón, yo amo a las compus con las que escribo libros ahora, y al internet y al mail. Pero hasta ahí llegaba hasta hace unos meses porque Mauricio mi sobrino (fan de la tecnología) me convenció de usar un ipad y aquí estoy peleándome desde hace dos semanas con la tecnología que me permitirá tener mis cientos de libros en una pizarrita electrónica que puedo leer en donde sea porque no pesa, porque es como un libro, tía, pero moderno, porque ya no tendrás que andar por el mundo con tus mudanzas de trescientas cajas de libros. Tiene razón Mauricio, a esta tecnología sí le entro, aunque me cueste y, mientras tenga vida, estoy dispuesta a aceptar las cosas sensatas como un recopilador electrónico de libros.

Sin embargo... aunque uso mucho el correo y me siento comunicada con mis amigos a través de mi blog, para mí no hay nada comparable a ver a mis amigas de la prepa, a mis primos, a mis hermanos y sobrinos, a mis hijos, a mi tío Chebo, y a todos a quienes quiero y darles abrazos y besos y hablar viéndonos a los ojos y reír en el mismo tono.

Oigo a lo lejos:
Ya te hiciste abuelita, mamá
Pareces ruquita, tía

3 comentarios:

  1. ¡Ay, Pupi! Ya ven para que te enseñe a usar la Ipad. Es bien fácil! Besos (de tu nieta)

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  2. Gracias a ti me he puesto a reflexionar sobre los cambios tecnológicos que me han tocado vivir y, de verdad, son apabullantes, de la escritura con bolígrafos a la escritura en este blog, por ejemplo; de los comunicados telegráficos:"Salgo mula. Llegaré caballo. Compra paja. Cenaremos juntos" al twitteo en tiempo real que se traen los chavos hasta para avisar que van al baño, desde las fantásticas videoconferencias de Dick Tracy y el Santo hasta las verdaderas de nuestros tiempos; desde la primera película que vi proyectada sobre la pared en un pueblo olvidado por Dios hasta la impresionante Avatar que hubiera querido dirigir Aldous Huxley. Los cambios han sido tan impresionantemente estupendos que son difíciles de digerir para una persona como yo que no se acostumbró desde niño a tanta tecnología junta.

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  3. Pedro, me encanta que sigan escribiendo un blog a "cuatro manos". Me encantan juntos. Besos

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