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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, Mexico
MIS LIBROS: Olivos y Acebuches (cuento), Con un padre me basta (novela), Hablarán nuevas lenguas (poesía),Mar de cristal transparente (novela), Muy Intimos Quadernos (novela), Siete casos en busca de un psicólogo

sábado, 11 de enero de 2014

El jabón Camay y la Reforma Energética

imagen es.coloribus.com



Dice en una de sus cartas San Pablo, y dice bien: "cuando yo era niño, pensaba como niño" y así fue, yo a los 8 años pensaba como niña y le creía a la televisión, me encantaba ver la magia de la publicidad porque, como niña, creía en la magia. Sin embargo, no era yo la única porque mis hermanas y mis primos eran niños también y entonces la televisión era la gran maravilla de nuestros tiempos y fuimos unos teleadictos todos.
Una tarde mi primo Gabriel llegó corriendo a buscarme para hacerme saber una observación importantísima que había hecho: "me bañé con el jabón Camay, con mucha espuma y ¿sabes qué? no es cierto lo que dicen en la tele porque la piel no me quedó de seda, me quedó rasposa". Yo apenas lo podía creer pero en realidad no le vi brazos de seda cuando me lo contó y aún tenía el pelo mojado de recién bañado. Desde entonces y gracias a Gabriel desconfié de la publicidad y, no puedo negarlo, desconfié para siempre porque me sentí vilmente engañada y a mí no me gusta que me engañen.
Con el paso del tiempo les enseñé a mis hijas a ver y escuchar con inteligencia y a probar por sí mismas que los jabones no dejan los trastes impecables sino que hay que tallarlos, que no hay yogurts ni chocomilks, ni pan vitaminado que haga crecer a los niños, que las sopas no significan amor de madre ni son abrazos los suavizantes de telas... en fin. Año 2014 ya y seguimos con lo mismo y la gente compra cremas que quitan las arrugas, fajas que adelgazan 10 kilos en cuatro días, vitaminas que retardan el envejecimiento, curas contra el cáncer y sartenes que hacen que la comida no engorde. Y aún hay más y más grave...



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Y en el terreno de lo más grave pues están primeramente las campañas políticas con sus promesas de suavidad de seda, las Campañas Camay de todos los corruptos con los que contamos porque desgraciadamente el nivel cultural de nuestro pueblo sigue siendo el de los "niños Camay" que fuimos mis primos y yo. Ahora habrá "reforma educativa" y "reforma energética" y estamos abrumados de publicidad sobre los beneficios de ambas que no existen, que son invento como lo de la piel de seda porque lo que yo y mis compatriotas vemos es que el precio del gas y de la gasolina suben constante y eternamente y ya nuestro Presidente anunció que seguirá el alza hasta el 2015, y ¿qué más vemos y padecemos? que sube el precio de los alimentos porque se transportan con vehículos de gasolina, sube el precio de los transportes, incluyendo el Metro de la Ciudad de México que significa un atentado terrible contra los más pobres. Sube todo menos el salario. ¿Y los beneficios de las Reformas? Son un Mexican Dream.

Y lo bueno, creo yo, de tanta corrupción es que el pueblo con o sin educación, si se ve más pobre, si cada día les alcanza menos el dinero, si ya no pueden comprar medicinas, si están en graves problemas por el alza mensual de la gasolina y por el alza de los precios de transporte colectivo. Si el pueblo sufre empieza a ser crítico y ya se escucha en este país, en todas las clases sociales que "no es cierto lo que dicen en la tele, que no es seda sino todo lo contrario, que no hay ni jabones ni leyes mágicos".

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