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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, Mexico
MIS LIBROS: Olivos y Acebuches (cuento), Con un padre me basta (novela), Hablarán nuevas lenguas (poesía),Mar de cristal transparente (novela), Muy Intimos Quadernos (novela), Siete casos en busca de un psicólogo

sábado, 8 de octubre de 2011

De verdad lo siento muchísimo

Foto: http://www.radiofelicidad.com/

Hoy no ando precisamente con lo de las frasecitas de los pésames porque me sale del corazón lo muchísimo que siento la muerte de Capulina ya que él es, en mi vida, sinónimo de “las carcajadas de mi infancia”. Mis hermanas y yo éramos adictas a sus películas, nos sabíamos las tramas y las canciones y los gestos y ademanes de Capulina, y sus frases célebres: ¡Qué bochorno!, no sé, puede ser, tal vez, a lo mejor, ¡me chiveo!, lo que diga mi dedito. Me las sé de memoria porque las usábamos tanto en nuestro lenguaje cotidiano que nosotras les enseñamos a mis papás a usarlas.

Hoy quiero recordar la que es la mejor película de Viruta y Capulina para mí, se llama Limosneros con garrote y tiene, para empezar la maravillosa interpretación de la canción Las rejas de Chapultepec (son verdes, son verdes, nomás para usted). Y la trama es algo que me hizo tanta gracia que hasta el día de hoy la recuerdo: Viruta y Capulina son muy pobres e intentan desempeñar varios trabajos, pero siempre los corren porque Capulina es sonso y todo lo echa a perder. Con un dinero que por fin obtienen Capulina compra un billete de lotería y a Viruta casi le da un infarto, se enoja muchísimo con él porque pues él era el sensato y Capulina el que hacía las burradas que tanto me divertían. Así entonces, Capulina tiene tanto miedo de que se le pierda el billete (que además es enorme porque compró toda la serie), que lo pega en una puerta de su casa. Días después, en medio de la depresión y el hambre se enteran de que el billete, milagrosamente, ¡es el premiado! Y entonces viene toda la historia de cómo llevarlo a cobrar al edificio de la Lotería Nacional. Viruta y Capulina no tienen más remedio que quitar la puerta y cargarla en un taxi por todo Paseo de la Reforma hasta su destino y se les cae en el camino y le pegan a tanta gente y rompen tantos vidrios que en la Lotería les pagan rápidamente con tal de que se vayan.

También recuerdo con nostalgia el programa de Viruta y Capulina: Cómicos y canciones, que era de mis preferidos; la televisión entonces era todavía un acontecimiento con poca programación, en blanco y negro, sin controles de mando y menos con cables y Sky y todo esto sin lo que yo ya no podría vivir. Entonces veíamos a Lassie, Bonanza, a Velvet, la niña del caballo que era yo en la tele y a Rin-tin-tin al lado del teniente Rip Masters, del sargento Bif O´Hara y del cabo Rusty, y eran los años de antaño de México desde la gran ciudad y no el nuevo milenio de hoy.

Nunca olvidaré a mi héroe del sombrero sin tapa, del saco mal abrochado, de la camisa de fuera y de la gran sonrisa. Capulina es parte importante de la risa de mi infancia y tampoco quiero olvidar esa risa mientras tenga vida y memoria.

3 comentarios:

  1. Nosotros también nos reímos con Capulina porque tú nos enseñaste. Acuérdate, de un pequeño adicto a los Capulinitas de papel revolución ;-)

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  2. ver a la pareja mas comica de los años 1960 recordar a viruta y capulina es maravilloso nunca me perdi ninguna de sus peliculas son emocionantes hacen reir toda via en el año 2012 es pero que sigan pasandolas y que nunca se pierdad en el olvido y que los sigan recordandolos como hasta hoy atte. mario

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  3. Gracias por recordarme el nombre de la película y la escena que más me hizo reír, aquella de llevar la puerta para cobrar el premio gordo. Felicidades.

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