¿Les gustó el espectáculo?

Pues sí, he visto ya la película de Cantinflas con una actuación extraordinaria de Oscar Jaenada. Me gustó saber de la vida de mi héroe, él sigue siendo mi personaje favorito (pese a haber leído tantas novelas y visto tanto cine en mi vida). Me enteré que empezó trabajando en carpas y pues, como no era lo mejor de lo mejor cuando empezó, el público lo abucheaba y le gritaban de todo (ofensivo por supuesto). El público era activo, estaba inmerso en el espectáculo y calificaba las actuaciones, en ese sentido era un público crítico el que tenía nuestro país.
Recordé entonces lo que estudiaba yo en mis años mozos en la carrera de Letras: el teatro de los Siglos de Oro en el que las carpas se llamaban corrales y eran abiertas a todo público. Allí estrenaban sus obras Lope de Vega, Tirso de Molina, también Shakespeare en Inglaterra y muchos más antes y después de ellos. Unos eran malos dramaturgos, otros buenos y otros genios. La gente iba a los espectáculos siempre, los corrales solían estar al tope porque como no había televisión,internet, tablets y todas esas distracciones modernas, pues iban al teatro. En esos corrales había algunos lugares especiales con sillas para la nobleza y personas importantes, el pueblo se situaba  atrás de ellos y veían el espectáculo de pie (cuatro o cinco horas!!!!), pero lo más interesante es que iban dispuestos a calificar y llevaban siempre verdura y fruta podridas para aventárselos a los actores y también si se podía al escritor cuando no les gustaba lo que presenciaban. Era un público crítico también.


Ahora vuelvo los ojos a mi pueblo mexicano, no puedo evitarlo, ojalá siguiera habiendo carpas porque actualmente ¿cuáles son los espectáculos? La televisión y el cine para la clase media que por cierto piensa que también el internet es digno de estarse viendo por horas; el cine, desde luego, determinado por nuestros vecinos del norte amantes de la violencia, las armas, los coches que se estrellan y los zombies. Y el cine es caro dicen muchos, y dicen bien, además de que suele ser un espectáculo para descargar adrenalina solamente, es caro.
¿Y para la clase pobre? pues los canales nacionales de la televisión. ¿Público crítico? Ya ni soñarlo, en los shows como el de Laura Bozzo hay una persona indicando al público cuándo debe reírse, cuando debe hacer uuuuu!!! y cuándo debe gritarle desgraciado al tonto que va a que lo humillen con tal de salir en la tele. Hay concursos de cantantes, programas de cómicos y también concursos de niños cantantes que deben cantar canciones de amor despechado y de escarceos sexuales (antes los niños cantaban canciones de niños, ahora ya ni las conocen, los Hermanos Rincón y Cri-Cri murieron hace mucho).
Mi ayudante Cata, quien es indígena tzotzil, se queda viendo la televisión cuando termina su trabajo y adora a Laura Bozzo, desde su silla en la cocina grita uuuuuu!!!! con todos y repite "que pase el desgraciado". Le digo: Cata no debes decir uuuu!!! cuando todos los hacen sino cuando tú quieras porque eso es... (¿entenderá lo de manipulación?, no) es que alguien te está mandando a hacer lo que Laura quiere. Se me queda viendo extrañada, como si yo fuera marciana y me dice: pues sí, a mí me gusta hacer lo que Laura quiere.
Las carpas han muerto.
Fin de la historia.