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SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, Mexico
MIS LIBROS: Olivos y Acebuches (cuento), Con un padre me basta (novela), Hablarán nuevas lenguas (poesía),Mar de cristal transparente (novela), Muy Intimos Quadernos (novela), Siete casos en busca de un psicólogo

lunes, 18 de marzo de 2013

Zopilotes a volar


fotonatura.org
La Sra. X es una anciana de 80 años que vive con su hermana, de 78 años, y que es madre de mi amigo el Sr. X. Hace unos meses la Sra. X decidió que vendería la enorme casa en la que vive en Puebla y con ese dinero se irían ella y su hermana a pasar sus últimos días a una residencia de tercera edad en Cuernavaca. Cuando mi amigo X lo supo viajó de inmediato a Puebla para convencer (¿presionar?) a su madre de que no vendiera su propiedad porque esa casa, dijo el Sr. X, “es el patrimonio de mis hijos”.

No es ésta la primera vez que yo me asombro tanto de los señores y señoras X de mi generación que sienten como un derecho heredar de sus padres y también como una obligación heredarles a los hijos. A mí nunca se me ocurrió tal cosa porque mi padre siempre nos dijo y repitió que nuestra herencia eran los estudios que él nos daba: universidad, especialidad, otros idiomas, habilidades técnicas y todo lo que se pudiera que nos capacitara para saber trabajar y ganar nuestro propio dinero. Me pareció esto tan lógico que nunca lo cuestioné ni esperé que me dejara ni 10 centavos porque él consiguió todo lo material que tuvo con mucho trabajo y mucho esfuerzo y a mí me dio todos los estudios que quise hacer y los idiomas que quise aprender. También me enseñó a trabajar, a ganarme mi propio dinero y a tener confianza en mis capacidades.

Sin embargo, casi todos los días escucho a un padre o a una madre tratando de decidir qué le dejarán a este hijo y qué al otro: si la casa, si media casa, si el terrenito… en fin. No tienen la capacidad de darse cuenta que lo que les están dejando es una discapacidad para trabajar, para sentirse dueños de su vida y de sus habilidades y que sólo están generando hijos inútiles y abusivos. También he visto más que frecuentemente que una propiedad heredada a varios hijos no es más que motivo de pleitos que llegan a ser asuntos legales de violencia y de cárcel. Pienso que a los hijos de los muertos no se les ocurre que un día ellos van a ser los muertos y que van a heredar a sus hijos los mismos problemas que ellos tienen con sus hermanos para dividirse una casita entre seis hermanos, o un terreno entre tres, o lo que sea.
Luego viene la siguiente historia que es la de zopilotear a los padres de tercera edad una vez asegurados el o los hijos que el testamento está muy a su favor y amarlos y respetarlos todos los días de su vida y hasta que la muerte los separe y ojalá sea pronto. El dinero es un dulcísimo veneno que atrae a casi todo el mundo, aunque el hijo ya tenga lo suficiente y sepa trabajar, de todos modos quiere “la herencia” para acrecentar sus haberes ¿y sentirse más seguro de sí mismo? Y así entonces las cosas de “el amor” pasan a segundo, tercero o milésimo plano, que si el padre o la madre los cuidaron, los criaron, les atendieron sus enfermedades, lloraron con ellos y por ellos, se desvelaron cuidándolos y demás, todo eso es cursilería si hay dinerito cuando se muera el papá, o la mamá, o los dos.

Desde el día en que salí de mi casa paterna y después de que murieron mis padres he disfrutado mi herencia a todo lo ancho y lo largo: disfruto mi trabajo, sé ganar mi dinero y he conseguido los bienes materiales que tengo con esfuerzo y con sacrificios también y eso me da una gran alegría. Hoy agradezco a mis padres la herencia que me dejaron, quizás para muchos es del ámbito de lo cursi, pero para mí no puede haber habido nada mejor en este mundo de los vivos.

Gracias Aurelio y Enriqueta. Dios los bendiga por su sabiduría.

6 comentarios:

  1. Jorge Luis Olalde Echeagaray (Mazatlán, Sin.)18 de marzo de 2013, 12:35

    Le pegaste en lo mas blando a much@s. Y no hago mas comentarios. Saludos

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    Respuestas
    1. Pues ahora sí que al que le quede el saco que se lo ponga. Besos y abrazos

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    2. EXCELENTE PRIMA EN TUS ASEVERACIONES

      Saludos
      Ramon Eduardo

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  2. Excelente

    Don Ramon y Doña Hortensia me heredaron lo mismo que a ti, Disfruto mi trabajo, Sé ganar mi dinero y he conseguido los bienes materiales que tengo con esfuerzo y sacrificio que me da mucha alegría.

    Comparto tu reconocimiento a la sabiduria de mis Tios y a los que les quede el Saco que utilicen Equipo de Ballet (Tutu, Zapatillas de Punta y Regla de 30cm) para que derechito y de puntitas...................jajaaja

    Slds
    Ramon Eduardo

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  3. Hola Lupita con el gusto de siempre leyendo lo que escribes!!! Tienes mucho de cierto pensar en cuento van a heredarnos o como lo dividiremos etc. son prolemas y no necesariamente satisfacciones... un gusto saber de ti.

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  4. ¡Me encantó! Debería hasta estar prohibido heredar jiji. Doblemente me encantó el comentario de Ramón, me he reído sin parar. Ojalá él le herede ese buen humos a hijos y nietos.
    Besos para todos

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